¿Cuál es el puente más alto del mundo?

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El ser humano siempre ha utilizado todo tipo de estructuras para adaptar el medio a su antojo, para facilitar el paso entre un lugar y otro, por ejemplo, salvando un río o un gran acantilado. Los puentes son obras arquitectónicas indispensables para entender la propia evolución de nuestra sociedad y conocer de primera mano la inventiva y la imaginación que nuestros antepasados ya ponían al servicio de la arquitectura. Algunos de estos puentes se han convertido no solo en ayudas para salvar ríos o acortar camino entre ciudades y regiones, sino también en símbolos. Solo hay que pensar en el magnífico puente del Golden Gate en San Francisco, o el puente de Triana en Sevilla, que son auténticos monumentos para sus ciudades. La mejora en la tecnología y en las infraestructuras permitieron hacer, durante el último siglos, puentes más grandes y más largos.

Son verdaderas obras maestras de la ingeniería civil, proyectos que se crean no solo para solventar problemas, sino para maravillar a todo aquel que cruce o pase cerca de los puentes. Cada vez se están haciendo estructuras más grandes e imponentes, y parece haber una lucha velada entre muchos países por contar con el puente más grande y alto en todo el planeta. Como las obras van sucediéndose casi sin parar, ese título puede ir variando rápidamente, pero en la actualizad lo ostenta China gracias al llamado Puente de Beipán o Puente Duge, una imponente mole que cuenta con un vano de 565 metros de altura, pulverizando cualquier record obtenido hasta entonces por cualquier otro puente en el mundo. Si quieres conocer más sobre esta espectacular estructura, sigue leyendo porque seguro que te vas a sorprender.

El gran puente del río Beipan

El río Beipan está situado en la zona sur de la enorme República Popular de China. De hecho, sirve como frontera natural para las provincias de Ghizouh y Yunnan. Al ser un río bastante ancho y profundo, parecía poco viable rodearlo, así que el gobierno decidió, a principios de siglo, planificar varios puentes que cruzasen el río por encima y conectasen aquellas dos regiones. El gran puente, el último en ser construido, es conocido como Puente Duge y tiene más de un kilómetro de extensión, además de ser el más alto del mundo gracias a su vano central. Con su estilo Atirantado, muy similar al de otras grandes construcciones de este tipo, el puente se ha convertido no solo en una oportunidad para acortar distancias entre esa zona de China, sino también en un símbolo de la espectacularidad y modernidad del país asiático.

Historia de este puente

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En la primera década del siglo, el Gobierno Chino decidió crear un gran proyecto de infraestructuras en la zona sur del país, especialmente carreteras, túneles y puentes que permitieran mejorar las comunicaciones en esa zona, que empezaba a ser importante y estratégica para la producción y el comercio. Se encontraron con numerosos problemas geológicos, como el propio río Beipan, que había que salvar para conectar dos de esas regiones. Decidieron crear tres puentes diferentes, todos ellos de gran tamaño, para conseguirlo. El primero fue inaugurado en 2008, el segundo en 2010 y por último, el más grande de todos, el que nos ocupa, se inauguró en 2016 después de cinco años de arduo trabajo para su construcción.

El Puente de Beipán 2016, para distinguirlo de los anteriores, fue planeado hace una década ya como uno de los más grandes del mundo, pero las necesidades del terreno hicieron que el proyecto fuese aún mayor. Se empezó a construir en 2011, y se contó con más de mil ingenieros y arquitectos para que la obra quedara perfecta. El puente se eleva casi 600 metros sobre el propio río, incrustado en el valle que le da nombre al mismo, y convirtiéndose en una de las estructuras más complicadas de realizar que se hayan creado jamás. El resultado, a la vista está, valió mucho la pena, incluso por el alto coste del puente, por cercano a los 150 millones de dólares.

Características del gran puente del río Beipan

Debido a su ubicación, el Puente de Duge se ha convertido en una de las obras de ingeniería civil más imponentes jamás realizadas. Los 565 metros que separan su plataforma de base de su travesía, lo que se conoce como vano, le convierten en el puente más alto del mundo, con diferencia. Su estructura atirantada, con solo unos pocos pilares que soportan el peso del resto del puente gracias a cables gigantescos extendidos a ambos lados del mismo, le permite alcanzar los 1340 metros de longitud para sortear el cañón del rio sobre el que reposa, uniendo a las dos ciudades más importantes de aquella región en un recorrido de una hora y media, tres veces menos tiempo que anteriormente, cuando se tardaban más de cuatro horas en llegar de la una a la otra.

La estructura del puente está compuesta por acero y hormigón y su resistencia fue probada a lo largo de varios meses desde el final de su construcción hasta su inauguración definitiva, en diciembre de 2016. Antes siquiera de empezar a poner la primera piedra del puente, los ingenieros involucrados en su construcción desarrollaron todo el proyecto en un programa informático de realidad virtual para conocer no solo las medidas necesarias, sino también la resistencia que el propio puente tendría, a través de unas simulaciones exactas. Es un ejemplo perfecto de cómo la tecnología está permitiendo, gracias a sus adelantos, una serie de estructuras y proyectos que hasta hace poco eran absolutamente inimaginables y que hoy por hoy se pueden llevar a cabo gracias a este tipo de programas.

Un puente de $144 millones de dolares

Crear una estructura así de inmensa, en ese lugar concreto y con esa longitud no es ni mucho menos sencillo. Como decíamos, fueron cinco años de trabajo en una obra absolutamente imponente que se llevó a cabo con un presupuesto de 144 millones de dólares, algo que para el Gobierno Chino no supone demasiado pero que no es calderilla precisamente. El dinero, de todas formas, se empleó a la perfección para construir los vanos de más de 500 metros, la propia estructura central de más de un kilómetro de longitud y los resistentes pilares estratégicamente colocados para que el puente resista el paso de todos los vehículos que hagan falta. Una obra que ya ha pasado a la Historia por su inmensidad, y con todo el motivo del mundo.