Las grandes mansiones en el porno

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Cada cierto tiempo, una nueva noticia relacionada con los famosos y sus imponentes casas llega a la portada de algún medio, ahora sobre todo digitales. La última adquisición de tal actor, la compra estratosférica del cantante de turno… Este tipo de casas, que suelen estar valoradas a veces en muchos millones de dólares, son gigantescas y están en terrenos aun más grandes. Pero no nos equivoquemos, no todas son mansiones. De hecho, muchas celebridades prefieren hacerse una casa en el campo, con un estilo más rústico. La idea que todos tenemos de mansión viene del estilo colonialista estadounidense, renovado en el pasado siglo XX con diseños más vanguardistas. Recorrer Miami o Los Ángeles es encontrar, a cada paso, una enorme mansión. Claro que también las hay por el resto del mundo, pero suelen ser precisamente copias de aquellas casas enormes y lujosas que aparecieron en las zonas más nobles de Estados Unidos. No muy lejos de algunos barrios deprimidos, curiosamente.

Las mansiones suelen definirse como construcciones de varias plantas, con un gran tamaño, muchas habitaciones y sobre todo, individuales. Un piso enorme con vistas al Central Park de Nueva York jamás podrá ser una mansión, por más grande que sea. Será una construcción elegante y con mucho espacio, pero la mansión requiere su propio solar, y esa es también una de sus grandes ventajas. No hay vecinos ni arriba ni abajo, y a veces ni siquiera pegados a nuestra casa. La intimidad es mucho mayor en este tipo de lugares, y eso también es un plus para que las celebridades terminen comprando estas casas. Necesitan sentirse seguros en su hogar, contar con medidas extra para evitar a los fans y a los paparazzi. Al final, quien se puede permitir estas cosas es alguien con mucho poder económico, ya que las mansiones son símbolos de estatus. ¿Es necesario poseer una casa con doce habitaciones? Obviamente no. Se trata solo de ostentación, de demostrar que se puede, que se tiene. Las mansiones en venta suelen mostrarse en numerosas ocasiones a personas muy célebres, pero cuando no hay visitas, también pueden convertirse en el epicentro de rodajes. A veces, no para todos los públicos.

Unas localizaciones increíbles

A la hora de buscar localizaciones para rodajes, las mansiones suelen ser las preferidas para cierto tipo de películas. Si estamos hablando de la vida de gente con mucho dinero, es lógico pensar que van a vivir en una casa moderna, muy amplia y espectacular. Además, la gran cantidad de mansiones alrededor de Hollywood hace que sean lugares de rodaje muy habituales. Hay muchas empresas que se dedican, precisamente, a poner en contacto a los productores con los dueños de estas mansiones, para rodar en ellas, especialmente si están vacías. De hecho, hay mansiones donde casi nunca vive nadie, y son utilizadas preferentemente para este tipo de rodajes, por lo accesibles que son.

Glamour y ostentación

Las mansiones son sinónimo de modernidad, de glamour, de grandes ingresos… Evidentemente, cualquier hijo de vecino no puede permitirse comprar una casa de estas características. De hecho, lo habitual es que las mansiones suelan tener un precio por encima de los cinco millones de dólares, y eso las más pequeñas. De ahí que la mayoría de estas casas al final terminen siendo para celebridades que han conseguido unos grandes ingresos con sus carreras. Pero a la hora de utilizarlas en el mundo del cine pornográfico, su significado es otro. Da igual la forma en la que esa pareja haya conseguido la mansión. No necesitamos inventarnos una historia en torno a ello, si no queremos. El porno es explícito visualmente, y no solo por el sexo o los cuerpos desnudos, sino también en todo lo que lo rodea.

Cuando se rueda en una de estas mansiones, el mensaje que se está enviando al espectador es que todo a su alrededor es lujoso. Tal vez se aleja del sentido de pretender que el espectador empatice y se sienta dentro de la escena, para llegar más a convertirse en una especie de sueño u objetivo para quien la ve. El público, mayoritariamente masculino, no solo envidia al actor por disfrutar del sexo con una chica preciosa y apasionada, sino que además lo hace en un entorno idílico. Es como una auténtica fantasía hecha realidad, porque puestos a pedir, mejor hacerlo al borde de una impresionante piscina que en un cuarto de un piso cualquiera. Además, las productoras también demuestran así que tienen un mayor presupuesto, que manejan más dinero que sus rivales que solo graban en casas cualquiera. Es una forma de mandar un mensaje sobre el propio éxito de quien está detrás de la escena.

Alquiler de mansiones para rodajes

Como comentábamos anteriormente, estas mansiones suelen estar muy cotizadas como lugares de rodaje, así que no es extraño que muchas de ellas se publiciten como tal directamente. Casas construidas con todo tipo de detalles lujosos que, mientras no encuentran comprador, se convierten en el escenario para películas, series, videoclips y todo tipo de productos audiovisuales, incluyendo también escenas pornográficas. Está claro que el alquiler de estos lugares no resulta precisamente barato, pero en el caso de las productoras de cine para adultos, se suele aprovechar ese alquiler, de un fin de semana, para rodar varias escenas. De esta manera se exprime al máximo el potencial de la localización y se trabaja de una forma mucho más fluida.

Los precios para el alquiler de estas mansiones pueden rondar los 2.000 dólares por un par de días, una auténtica locura para muchos presupuestos, pero no para el porno. Si en Estados Unidos se ruedan miles de escenas al año es porque este sector genera unas grandes ganancias. Y parte de eso tiene que ver con ofrecer al espectador la máxima calidad posible en los productos. Si en un fin de semana, una productora es capaz de grabar cuatro escenas en una de estas casas, el alquiler habrá sido totalmente amortizado. Hay que entender también que no solo se incluye el lugar de rodaje, sino también la limpieza, la decoración si fuera necesaria), la utilización de la piscina y el jardín… Son gastos que las productoras suelen asumir para que el resultado sea perfecto.

Espacios favoritos para las escenas

Aunque no todas las productoras tienen el presupuesto ni las opciones de pagar para alquilar uno de estos espacios, es cierto que cuando disponen de ellos los aprovechan muy bien. Algunas empresas relacionadas con Bangbros, como Vixen o Tushy, han sacado mucho partido a este tipo de casas. Venden un tipo de escena muy cuidada, muy bien filmada, con una gran calidad de imagen y sonido más allá del propio acto sexual en sí. Por eso tratan de darle a todo un halo de glamour que casa perfectamente con el rodaje en una de estas mansiones. De hecho, esos vídeos tienen mucho más éxito que los que se ruedan en una casa normal o un departamento cualquiera. Aspiramos a eso, a la chica guapa y ardiente, a la casa gigantesca con piscina, y por un rato, el porno nos lo ofrece en bandeja.